Vinyanova, mucho tiempo después!

Tras un tiempo sin acabar de arrancar con la escalada y con el roco en standby, quedamos para hacer un poco el trepa. Como no sabemos como va a ir la meteo, decidimos ir a algún sitio con corta aproximación y algunas vías fáciles, pues Monique se inicia en este arte. Nos decantamos por el Pou de Gel, en la Vinyanova. 
Salimos de Ripollet con Juli, Xavi, Monique y Melania y a medida que nos vamos acercando, vemos que el día se aclara. Con suerte nos lucirá el sol en la pared. 
La verdad es que solo había escalado una vez en la zona y, tal como comentó Xavi, las vías no son especialmente fáciles. La escalada es técnica y las vías exigentes en su grado. 
Tomando como guía las reseñas de kpujo, empezamos por Zona Camp Base 
  • Vía 4 (5+): para empezar costó un poquito, la verdad. Algún aleje que te pone a prueba. 
  • Vía 5 (5): salida rabiosa con pies malos y pocas manos. Poco a poco mejora.
Seguimos un poquito más a la izquiera en la zona Recuperació 4
  • Nº 4 (6a): Ambos largos. Vía bonita y disfrutona a morir. Tiene un paso llegando a la primera R un poco raro, pero se hace muy bien. El segundo tramo se nota que está poco repetido, pero vale la pena si se lleva cuera de 70 m. Muy recomendable!
Empezamos a coger el gusto, pero llevamos mucho tiempo sin escalar, por lo que no estoy muy fino de coco. Xavi se decide a meter caña y propone abrir unos 6b’s.
En el mismo sector probamos
  • Nº 3 (6b): vía plaquera de continuidad sin pasos difíciles, pero sin respiros. Me sale de segundo con algún apuro. Me sorprendo pues me encuentro muy bien en la roca para el tiempo que llevo sin escalar.
  • Nº2 (6b): En otras reseñas 6b+, más acertado en mi opinión. La vía tiene un paso de bloque de salida bastante duro, pero que si sabes donde tienes que ir, se hace bien. Eso sí uno sale ya caliente de allí. A partir de entonces no tiene piedad ninguna y se va subiendo a base de pequeñas regletas y agujeros. Básico colocar bien pies y equilibrarte. A 2/3 la vía tiene dos agujeros tremendos que te dan un respiro para afrontar la parte final de la vía, que de nuevo se complica mucho. Es aquí donde caigo de segundo.
Empieza a hacer frío y estamos cansados, por lo que decidimos acabar en el Bar Granada, donde las chicas se han ganado un merecido banquete a base de dulces y té verde!
Y yo, contento, pues me esperaba estar más bajo de forma tras una larga inactividad trepística!
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