Ficha:
GR5: Montserrat – Rellinars
Distancia: 15,6 km
Desnivel acumulado:
Subida: 400 metros
Bajada: 805 metros
Dificultad:
Media
Crónica:
Hemos vuelto del verano y arrancan de nuevo las caminatas del CER, que continuarán recorriendo el GR5 durante lo que queda de año.
Llegamos tempranito a Montserrat, ya que a esas horas no hay caravana. Aunque en el valle las nubes lo cubren todo, en el monasterio ya empieza a ganar terreno el sol, presagio de la que nos va a caer encima.
Empezamos bajando por las escaleras de piedra a buscar el «Camí de les aigües», que tantas veces he subido con la Ripollet-Montserrat, pero que no recuerdo haber bajado nunca. Este tramo es el más duro y mi rodilla se resiente de la fuerte pendiente (por no colocarme la protección a tiempo). Por suerte, no dura lo suficiente para que el daño sea serio.
Llegamos a Monistrol, donde aprovechamos para reagruparnos.
Luego lo atravesamos y empezamos a ganar altura. A esas horas, el sol ya pega de lo lindo y los cascos empiezan a recalentarse. Combinamos pista y camino, todos al descubierto, sin apenas sombras.
En un recodo me encuentro esta caña de bambú tan chula y me digo: «Esta para el huerto». Así que nada, a cargar con ella como un campeón (pringao) durante 8 kms o más.
Seguimos caminando bajo un sol de justicia, que nos obliga a vaciar los camels para mantenernos hidratados. Aquí empieza a notarse el efecto del calor, y encuentro esta parte del camino tediosa y poco agradable para caminar. Menos mal que ya vemos Rellinars!
Cruzar el pueblo se hace especialmente duro, pero nuestras mentes ya solo tienen una fijación…. para la que nos queda bien poquito.
Y la Madre Tierra creó la cebada para que el hombre aprendiera a transformarla y así poder saciar al sediento. Salut!!!!!
Al llegar a casa, no tenemos suficiente y, antes de que me dé el bajón, me obligo a acabar de preparar el huertecillo para los planteles que he comprado. Sarna con gusto no pica…