Una de las cosas que más nos gusta es viajar. Como todos sabemos, conocer nuevos lugares abre la mente y el espíritu…, ¡pero también el apetito! En esta página iremos colocando aquellos momentos que, fuera de nuestro hogar, nos han parecido singulares a nivel gastronómico. Un placer para todos los sentidos.
Fotos: Melania Carrillo
2014 – Logroño
Si hay un lugar emblemático para tapear, ese es el casco viejo de Logroño. Sus archiconocidas Calle del Laurel y Calle San Juan son un deleite para todos los sentidos. Para muestra, un botón…
2013 – Soria
La gastromía soriana es una de las delicias de esta tierra castellana. Carnes y embutidos, pero sobre todo la micología, hacen de sus cocinas una delicia que uno no debería perderse. Un estupendo viaje a Vinuesa nos permitió disfrutar de sus exquisitas propuestas.
2013 – Nueva Zelanda
La isla kiwi no es precisamente un lugar muy especial para la gastronomía. Demasiada influencia inglesa hace que uno de sus platos tradicionales sea el fish&chips, lo cual no dice mucho a su favor. Aunque la tradición maorí es otra cosa, su especialidad es el Hāngi es un método tradicional de cocinar alimentos usando piedras calientes enterradas en un horno de pozo, que sigue usándose en ocasiones especiales.
Otra de las delicatessen de la isla es la langosta (crayfish), la cual se puede encontrar en chiringuitos repartidos por la costa, ésta la compramos en Kaikoura.
2012 – Vietnam
En nuestra primera visita a un país del sureste asiático, no podían faltar las ganas por probar su comida, bastante diferente a la occidental. El primer plato que nos sorprendió fue el Pho, sopa de fideos de arroz con cilantro a mansalva y que muchas veces desayunábamos.
Aunque no se pueda catalogar estrictamente como gastronomía, un momento que siempre se me quedará en la retina es el Gin Tonic que me tomé en la Bahía de Ha-Long, una de las maravillas del mundo.
Aunque la cocina, basada en arroz, verduras, carne y tofu, puede parecer muy poco variada, la verdad es que empiezan a coger ideas de cocina moderna, por lo que no era difícil encontrar platos como éste:
2011 – Noruega
En Noruega no pudimos disfrutar de su gastronomía, que debe ser muy rica. Una noche se nos ocurrió entrar en un bar a comer una sopa caliente con una bebida y nos salio la tontería por casi 60 €. Aun así, el mercado de Bergen es un lugar ideal para probar un buen plato de pescado fresco pagando solo un ojo de la cara y un riñón, lo que te deja con posibilidades de seguir viviendo.
2010 – Colombia
Una tierra de tierra tropical no puede ser un mal lugar en cuanto a gastronomía. Una lástima que abusen tanto de los hidratos y las harinas en sus platos. Un poco de verdura hubiese sido muy de agradecer.
2009 – Eslovaquia
Empezamos en el hogar de nuestro gran amigo Jan, que aunque no goza de una gastronomía tan variada debido a las restricciones de su clima, además de buena cerveza, hacen un goulash que levanta a un muerto. Éste lo hizo su padre en su casa, en una marmita colgada en la hoguera. ¡Una verdadera delicia!