Volvemos a las andadas con el CER, siguiendo con el calendario de este 2023 que se centra en La Ruta del Ter. Este sábado nos tocó la etapa 5, desde Manlleu al Pantà de Sau, que como no llueva pronto cambiará el nombre a «El charco de Sau».
Ficha:
Recorrido: Manlleu-presa de Sau
Distancia: 27 km
Desnivel acumulado: + 515 / – 515 m
Perfil:
Iniciamos ruta en Manlleu, tras el religioso almuerzo para coger fuerza, enfilando la pista de salida al margen del río, donde las gaviotas nadan tranquilamente a esas horas de la mañana.
Vamos avanzando tranquilamente por la pista pegada al río, en un entorno bastante urbano, pero que tiene su encanto. El agua del río no está muy sucia y el paisaje presenta algunas imágenes bucólicas.
Entre pistas, cogemos de tanto en tanto algún tramo de sendero, sembrado de las hojas secas del invierno.

Camí dels Pous
Así, xino-xano, ya que el camino es muy plano y no tiene apenas desnivel resaltable, llegamos a Roda de Ter.
Seguimos la pista al lado del río, saliendo ya de la población y pasamos una pequeña zona de escalada, con mucha presa picada y algunas piezas de resina ancladas. Una zona bastante interesante para entrenar, por la proximidad a la población y pegada a la carretera.
Y así llegamos a la cola del pantano, donde podemos ver los estragos de estos 36 meses de régimen de lluvias por debajo de lo normal, cuando no de sequía directamente. Se necesitaría mucha agua para poder alcanzar unos niveles aceptables en el pantano. ¡Una pena!
Seguimos avanzando, bajando hasta el pantano, donde podemos ver la famosa iglesia a lo lejos, a centenares de metros de la orilla del agua, lo cual nos informa de la gravedad de la sequía.

Al fondo la iglesia totalmente emergida
Dejamos el pantano y vamos hasta Can Mateu, casa de colonias donde comemos tranquilamente.
Como los accesos a la presa del pantano están cerrados para evitar que la gente baje al lecho y se quede atrapada en el barro, hacemos un pequeño desvío para llegar a Vilanova de Sau, donde nos recoge el autobús.
Cervecita i coca de forner en Folgueroles y… ¡a casita!