Ficha
Ver Dia 8 Catlins II en un mapa más grande
Km inicial: 1512 Km final: 1847 Trayecto: 335 km
Hemos sobrevivido al parking de las tinieblas y, tras el desayuno, volvemos a echarle un ojo a las cascadas, a ver si mejoran a la luz del día. No es así.
Por un error, nos pasamos de largo la Sima de Jack’s Blowhole, de 55 m de profundidad y que también estaba en el planning.
Seguimos hasta las cascadas Matai, que tampoco tienen mucho de espectacular y continuamos nuestro camino pasando por diferentes bahías.
En primer lugar, visitamos la bahía Tautuku, que no deja de ser una cala simplona, y continuamos por carreteras de grava en total soledad hasta llegar a la bahía de Tahakopa.
Ésta sí que es bien bonita. Tras una caminata por el bosque para llegar a la orilla, la bahía se extiende a lo largo por un precioso paisaje, con la vegetación haciendo de parapeto a las pocas dunas que resisten el envite de las olas; un lugar verdaderamente idílico.
Paramos un instante en nuestra ruta para ver el pequeño lago Wilkie, de aguas casi negras por el efecto de la gran cantidad de turba que hay en el terreno. El lugar está repleto de pájaros y aves diversas; lástima que nuestros conocimientos de ornitología salvaje no van mucho más allá del gorrión común.
El siguiente punto de la ruta era ver las Cathedral Caves, pero nos encontramos con que el recinto está cerrado al público, por lo que continuamos hasta la Curio Bay.
La bahía es muy chula, pues con la marea baja podemos disfrutar de los restos de un pequeño bosque jurásico (solo quedan los tocones) fosilizado. El lugar es también el hogar de la enésima colonia de pingüinos ojigualdos, los cuales (como ya sabemos) se levantan muy temprano y vuelven a casa al anochecer; por lo que seguimos sin ver ni uno.
De aquí marchamos al Slope Point, el punto más al sur de la isla, donde nos hacemos la obligada foto en el cartel que indica la distancia al ecuador y al polo sur.
Tras un rápido tentempié, continuamos la marcha que nos sacará de esta hermosa y desierta zona de NZ. Pasamos por el faro de Waipapa Point, donde podemos observar de nuevo un par de leones marinos a escasos metros.
La marea está ya alta, por lo que no podemos ver el pecio del Ino, última etapa de nuestra visita a los Catlins. Continuamos pues hasta el destino final de la jornada, Te Anau; puerta de entrada a Fiordland.