Ficha
Km inicial: 4520 Km final: 4700 Trayecto: 180 km
Hoy el plan es hacer un pateo por el Tongariro N.P; plan que inicialmente no estaba en mi mente ya que imaginaba que al ser invierno habría demasiada nieve pero que, viendo lo apacible del clima, hemos metido en el viaje.
La razón es bien simple: fue el lugar elegido por Peter Jackson en El Señor de los Anillos para recrear la oscura región de ¡Mordor!
El día no amanece muy bueno, pero no llueve, así que después de desayunar nos vamos al inicio del camino. La excursión empieza con un pateo de una hora en una zona boscosa junto a un arroyo que se hace un poco pesada, ya que evita ver los paisajes que tanto anhelamos.
Una vez se sale del bosque, el paisaje cambia totalmente y unas colinas de hierba amarillenta nos lleva en contstante y suave ascensión hacia la zona volcánica, pasando cerca de pequeños cráteres humeantes.
El olor a azufre empieza a hacerse patente, y algún riachuelo que cruzamos lleva sus aguas totalmente negras. Estamos en los límites de Mordor y el paisaje empieza a cambiar de la reseca hierba a la negra y roja piedra volcánica. Lástima que las nubes cubren las cumbres de los volcanes adyacentes, privándonos de lo que seguro son unas vistas espectaculares.
Seguimos ascendiendo mientras el tiempo empeora a cada paso y llegamos a la cabaña de Ketehani, un refugio de montaña que están convirtiendo en una especie de «set» donde representar la erupción del cercano volcán, que el año anterior, en agosto, erupcionó enviando rocas a la zona.
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Nos dicen que no entremos y mi primo tiene miedo! |
El tiempo parece que se toma un respiro y decidimos seguir a ver si llegamos al Blue Lake. Dejamos la cabaña y nos adentramos en el terreno volcánico que inevitablemente nos traslada (sí, somos frikis) a los campamentos de orcos de la trilogía de Jackson.
Poco a poco empieza a aparecer nieve y el tiempo empieza a empeorar, así que tras vadear un resbaladizo paso con mala caída decidimos volvernos. Es una pena no haber traído grampones, pero no hay que arriesgarse. Aunque para no haber sido contemplado en el planning, ya estamos más que contentos.
Nos llevamos unas cuantas rocas de la zona como recuerdo para todos los amigos frikis e iniciamos el descenso. Han sido 850 m de desnivel y 16.5 km en total de excursión, lo que no está del todo mal.
Tras un reparador picnic al sol (vuelve a brillar), nos vamos a Rotorua, donde acabamos el día bañándonos en las piscinas termales del camping Top 10.