Os hago un pequeño y breve resumen de lo acontecido en el puente de la Diada:
Del sábado al lunes lo pasamos en Morillo con mi primo Carlos y Olga. La verdad es que fue una salida un poco panching pero ni que decir tiene que en Morillo se está de vicio.
El sábado hicimos la ferrata del Castellaso en Sesue, primera que hacía Olga y que al no ser muy complicada y sí algo vertical, asegura una buena diversión para salidas no muy exigentes. Por la tarde, un incipiente resfriado nos dejó a todos bastante xof!. Nos fuimos a Benas a buscar una farmacia y a echarle el enésimo ojo a Barrabés.
El domingo nos fuimos a por bulets a Chia, pero el capullín de mi primo se durmió (nos tenía que levantar a las 7) y cuando llegamos, a las 12:00 de la mañana pues estaba todo arrasado. No obstante aún pudimos coger media cesta de rovellons y descubrir que yo tengo un serio problema con las setas: no veo ni una!. Por lo menos la cena fue exquisita!
El lunes, mis primos se iban después de comer y nos fuimos a la Foradada a escalar algo. Monté el V que hay e intenté uno de los 6a que no había podido encadenar y que así sigue. Lo encuentro durísimo. Los primeros pasos, muy finos y sobados, te dejan echo caldo. Cuando llegué al desplome (con unos cantos tremendos) tenía el antebrazo derecho que me daban calambres! Así que no pudo ser!
Sin tiempo para más, comimos, arreglamos la casa, una siestecilla para evitar la morriña y para casita.
El martes 11, fui con Víctor a Montserrat que habían equipado recientemente un nuevo barranco (Canal del Lloro), que desemboca en la Desdentegada. Pasado el refu se coge un «camino» a la derecha y siguiendo bosque a través hasta llegar a la zona más marcada. La verdad es que está muy bien para una mañana.
Y eso es todo amigos. Cuando todo vuelva a la normalidad ya volveremos a las andadas.
Saludos a todos.