El pasado puente de la Diada, decidimos ir a Morillo de Liena con la intención de escalar en las escuelas del Valle de Benasque y hacer alguna excursión por ahí. La previsión meteorológica no era buena y cumplió!
Acabamos la tarde donde siempre la acabamos cuando hace mal tiempo, mirando si había alguna cosa interesante en el Outlook y flipando en colores con los precios de Barrabés…
Al día siguiente la intención era pasarlo entero en Cavallers trepando. Joeeeerr! Pero que frío! No apetece nada ponerse al tajo y meditamos una retirada momentánea, cuando, vemos una figura correr hacia donde estábamos. “Qué hace ese colgao!” – pensé yo. De repente grita “Raúuuuuulllll” y, coño, es Oskar que ha visto el coche aparcado en la carretera y viene a buscarnos. Joder que alegría que nos da verlo después de tanto tiempo! Nos convence sin que opongamos resistencia para ir a Escales, que se está más calentito y para allá nos vamos con toda su tropa, donde me espera otra sorpresa: Laia, a quien hacía por lo menos 6 años que no veía! La cosa va de reencuentros!
- Lumbago (V+): sobadísima, pero de lo poco que hay para calentar
- Epi i Blas (V+): en el último paso me hago po-po y no encadeno, más por miedo que por el paso en sí. No consigo coger coco en ese tipo de vías.
- Cuerpos Danone (6a): el mío está claro que no lo es. La pruebo, pero no logro salir de la secuencia de pasos duros de abajo. De segundo la encadeno dejándome el hígado y un pulmón en el camino. Mal, muy mal!
Al día siguiente intentamos volver a Aigües Pases a ver qué. Qué de qué? Pues qué va a ser: agua!!!!!!
Volvemos hacia casa y en el camino paramos en la Borda d’Arnaldet, donde han equipado la zona derecha (reseñas en Onaclimb) y pruebo las vías
- Nº 11 (V/V+): fea y rara
- Nº 12 (V): igual de fea e igual de rara
Cabizbajo y enfadado conmigo mismo y con mi organismo, nos volvemos a casa. Por la noche, en nuestra tradicional partidilla de cartas, juro y perjuro que el domingo, antes de marcharnos, voy a triunfar como la cocacola. Mi amada Mel me apoya y anima y en pleno éxtasis planificaescaltrepistico, mientras intento abrir una bolsa de pipas con un cuchillo…. ZAS! Me meto un tajo en la yema! Al carajo la escalada! No es mi día, no!
Decidido a no hacer más el ridículo en la roca, nos vamos a hacer una preciosa excursión desde el pueblito de Ballabriga . Por temas de tiempo no pudimos acabarla, pero asciende hasta el Portillo de la Croqueta, característica peña, y se dirige hacia Les Paules, por encima del Congosto de Obarra. La vista es espectacular y el camino bonito y no muy caluroso. Broche final a una jornada donde la lluvia y el fracaso escalatrepa por mi parte dominaron el puente.