Pues sí, aunque la inactividad en el blog indique lo contrario, nos seguimos moviendo. A partir de ahora la escalada va a tener un papel menos predominante en mi relación con la montaña, pero le estamos cogiendo el gusto a caminar y a otras historias, así que nos abrimos paso por nuevas emociones.
Siguiendo el mismo camino, voy a abrir el blog a otros asuntos a los que también dedico tiempo y esfuerzo y que me llenan de la misma manera, con lo que el blog dejará de ser, casi por completo, un blog dedicado a la montaña, para adentrarse en todas las «fricadas» en las que me meto (que cada vez son más)