Cálzate las Raquetas: Montmalús (2781 m)

Siguiendo con el tema de: me meto un atracón navideño, me meto un pateo para bajarlo, el Cousin me convence para unirme con Antonio y él en el ascenso del Montmalús, en Andorra.
Salimos bien temprano, pues hay un buen trecho en coche, y además hay que pasar por Andorra en época de compras para reyes (casi nada!). Tras almorzar, llegamos a la Estación de esquí de Grau Roig, con ambiente frío y soleado.
Aquí podéis ver el mapa de la ruta, imagen robada del blog del Cousin.
No hay mucha nieve, y las pistas funcionan a medio gas gracias a los cañones. La nieve está dura y la pista por la que tenemos que ascender está cerrada al público, lo que nos garantiza un ascenso tranquilo. Nos calzamos las raquetas unos, los esquís otros y venga, pa’rriba!!!
Subimos entre remontadores cerrados, con una pendiente continua pero no excesiva y, a medida que ganamos altura, el viento empieza a hacer acto de presencia y con él, la sensación de frío.
El paisaje es hermoso, me gusta mucho hacer raquetas porque es una forma asequible de ver paisajes nevados, tan sobrecogedores y tan diferentes a la montaña sin ese manto blanco. Es una pena que los remontes le quiten magia al entorno, pero si uno mira bien, es posible evitar su efecto visual.
Al iniciar las palas próximas al Coll de Montmalús, ya con el arva activado, el sol desaparece por el perfil del pico y las sombras invaden el terreno. El viento campa a sus anchas y la sensación de frío es ya muy intensa. Llegamos al Coll y casi no se puede estar de la ventolera y el frío. Nos refugiamos a la izquierda, en un pequeño oasis a sotavento y Carlos y Antonio se quitan los esquís para acometer la pala que les lleva al pico. Yo no lo veo muy claro, no tengo destreza en estas condiciones, y con el frío que hace no veo factible ponerme los grampones. Me dicen de subir pisando su huella, pero la nieve está muy dura y sus rígidas botas no dejan apenas marca. Unos pasos y lo tengo muy claro, me quedo en el Coll, que el pico no se va a mover de ahí.

Miro como suben por la última pala, el viento es cada vez más fuerte y ya uno no siente los dedos. Los veo bajar minutos después de llegar a la cima. LLegan al Coll con la cara congelada y muertos de frío. Sin más preambulos, nos colocamos los bártulos y pa’bajo a todo correrrrrr!!!!!!!!!!!

Una de las sensaciones que me gustan mucho cuando voy con raquetas y el resto de gente va con esquís, es bajar solo por esos paisajes. Me emociona un montón.

 

Llegamos al coche y al barullo de los mil esquiadores que hay en las pistas. Cervecita y salimos pitando para evitar colas innecesarias. En el camino nos surge la duda: qué sensación térmica podíamos tener allí arriba? Ayer en el CER, Antonio nos saca de dudas: Quim, en La Molina, en situaciones muy parecidas hicieron el cálculo de la sensación térmica. El resultado: -35ºC!!!!!!

 

Pocas veces he pasado tanto frío como allí arriba!!!!

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