La jornada nos lleva a visitar dos pueblos del Normandía.
En primer lugar, y como no puede ser de otra manera para unos amantes del queso como nosotros, una visita obligada al pueblecito de Camembert, un pequeño pueblecito con más encanto en el nombre que en el lugar.
Los principales atractivos del lugar son los siguientes:
El Queso Camembert: Camembert es conocido por su famoso queso del mismo nombre. Podrás visitar la quesería de Marie Harel, la inventora del queso camembert, y conocer más sobre su historia y cómo se elabora. Y también ver vaquitas, que siempre es divertido con un peque.
Museo del queso: Además de visitar la quesería, también podrás conocer más sobre la historia del queso camembert y otros quesos de la región en el Museo del Queso de Camembert.
Castillo de Camembert: Este pequeño castillo situado en el centro del pueblo, y que prácticamente ocupa todo el pueblo cuenta la historia de la familia de Marie Harel y su relación con la creación del queso camembert.
Naturaleza: Los alrededores de Camembert ofrecen hermosos paisajes naturales, con bosques y campos verdes. También puedes hacer una caminata por la reserva natural de la Meseta de Saint-Jean, y comer un poco del queso que has comprado anteriormente. Nosotros también compramos un pan que tenía una pinta tremenda, así que ya sabes, pan con queso… faltó el vino.
Gastronomía: Además del queso camembert, la región de Normandía es famosa por su gastronomía, especialmente sus productos lácteos y su sidra, muy diferente a la sidra asturiana.
El pueblo es pequeñito, así que con una mañana hay más que suficiente para poder visitarlo con tranquilidad.
De allí nos dirigimos a Honfleur, cuidad portuaria bastante animada con lugares interesantes donde pasar una bonita tarde deambulando entre sus callejas. Entre ellos cabe destacar:
Puerto viejo: es uno de los lugares más pintorescos de la ciudad y un punto de referencia para los visitantes. Aquí se pueden ver muchas casas de madera de colores, bares y restaurantes.
Iglesia de Sainte-Catherine: esta iglesia, construida en el siglo XV, es la iglesia de madera más grande de Francia y una visita obligada en Honfleur. Su campanario separado de la iglesia y su interior de madera son especialmente impresionantes.
Museos: Honfleur cuenta con varios museos, entre ellos el Museo Eugène Boudin, que presenta obras de artistas de la escuela de Honfleur, así como el Museo de la Marinera, que explora la historia marítima de la ciudad.
Mercado: El mercado es un lugar estupendo para experimentar la vida local y comprar productos frescos y deliciosos. Se celebra dos veces por semana, los miércoles y sábados, y se encuentra en el centro de la ciudad. Como fuimos por la tarde, seguramente estaría ya cerrado, pero los mercados son ideales para comprar ostras y otras viandas, sin dejarte un riñón en sus bonitas terrazas.
Playas: Honfleur está cerca de varias playas, incluida la popular playa de Deauville, que es ideal para nadar, tomar el sol y disfrutar de la belleza natural de la costa de Normandía, si el clima te lo permite, claro está, porque cuando fuimos nosotros estaba entre nublado y amenazando agua.