Nos movemos al camping Smlednik y tras dejar la caravana nos vamos a visitar Skofja Loka, ciudad medieval donde paseamos por su bonito y pequeño centro histórico. En ella destacan algunas casas con sus fachadas pintadas (aunque no muy bien conservadas) y, pese a que en las guías dicen que es un lugar que no puedes perder, no creo que merezca la pena más que mediodía para admirar el centro.
Me animo a subir al museo y castillo, que tiene un buen trecho cuesta arriba. La verdad es que no apetece mucho con los calores que pega, sabiendo además que por la hora ya está cerrado, pero ya que estamos allí, subo para verlo por fuera y, la verdad, es que no vale la pena el sofocón sólo para ver el exterior. Lo mejor, esta bonita puerta y las vistas desde las alturas.
Esta noche cenamos en el Kasca, que era donde llegaban todos los turistas que nos habíamos encontrado por el poco concurrido centro y que es uno de los pocos lugares reseñados. La cena no está nada mal, pero tampoco es algo del otro mundo. No obstante la cocina predominante es local.
Acabamos temprano para guardar fuerzas en la visita del día siguiente a Ljubljana, la capital.